TEN CARÁCTER
Es bien sabido y enseñado que quien no sirve a voluntad ajena, se escuda en su honesto pensamiento y deseoso en verdad y en sencillez.
Quien no se deja vencer por sus pasiones y el alma para la muerte ya ha dispuesto, libre de cuidados terrenales tanto en lo público como en lo privado.
El que en la vida del rumor ha huido, y solo se refugia en su conciencia, pues la adulación no lo alimenta, ni el opresor puede arruinarlo.
Quien reza a Dios tarde y temprano, pidiéndole su gracia, no otros dones, y pasa su día inofensivo con un libro religioso o un amigo.
Ese hombre ignora el servilismo, el afán de ascender, el miedo de caer, es señor de si mismo, y aún sin tierras, no teniendo nada tiene todo.
Henry Wotton. DE LA HONESTIDAD
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TODO LO APRENDI EN EL KINDER
Todo lo que es necesario para saber vivir, “cómo hacer” y “cómo ser” lo aprendí en el kindergarden. La sabiduría no se encuentra al final de una maestría universitaria, sino en la pila de arena del jardín de niños. Esto es lo que aprendí:
-Comparte todo.
-Juega limpio.
-No golpees a las personas.
-Pon las cosas donde las encontrasste.
-Limpia tu tiradero
-No tomes lo que no te pertenece.<
-Pide perdón cuando hieras a alguiien.
-Lávate las manos antes de comer.<
-Pan caliente y leche fría son bueenos para ti.
-Vive una vida equilibrada.
-Aprende algo.
-Piensa algo.
-Dibuja, pinta, canta, baila y jueega.
-Trabaja cada día un poco.
-Duerme una siesta por las tardes<
-Cuando salgas al mundo, pon atencción.
-Tómate de las manos y permaanece unido.
Toma cualesquiera de estos puntos y aplícalos al sofisticado mundo de los adultos y a tu vida familiar, a tu trabajo, al gobierno y al mundo. Y verás que sostienen la verdad clara y firme. Piensa qué clase de mundo tendríamos si todos siguiéramos comportándonos así.
Robert Fulghum
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VIVIR UNIDOS Y EN ARMONIA
Un padre de familia recomendaba a sus hijos que vivieran unidos y en armonía, pero ellos no lo tomaban en serio.
Un día el padre suplicó a sus hijos que le trajeran una docena de ramitas verdes. Las ató fuertemente formando un manojo, y suplicó a los hijos: “Rompan ustedes este manojo”.
Ni siquiera uniendo todos sus esfuerzos, los hijos lograron romperlo. Luego, el padre desató las ramitas y dijo: “Rómpanlas ahora por separado”. Los hijos las rompieron con toda facilidad.
Entonces el padre concluyó: “Cada uno de ustedes es comparable a cada una de estas ramitas. Mientras vivan ustedes todos unidos, nadie podrá hacerles daño. En cambio, si viven separados por discordias, cualquiera podrá fácilmente acabar con ustedes”.
León Tolstoi