APRENDIENDO
He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, solo convertirme en alguien a quien se puede amar. El resto depende de los otros.
He aprendido que se pueden requerir años para construir la confianza y únicamente segundos para destruirla.
He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida no son las cosas que tengo alrededor, sino las personas.
He aprendido que no puedo compararme con lo mejor que hacen los demás, sino con lo mejor que puedo hacer yo.
He aprendido que lo más importante no es lo que me sucede, sino lo que hago al respecto...
He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante y que pueden ocasionar dolor toda una vida..
He aprendido que es importante practicar para convertirme en la persona que yo quiero ser.
He aprendido que es mucho más fácil reaccionar que pensar.....y más satisfactorio pensar que reaccionar.
He aprendido que puedo llegar mucho más lejos de lo que pensé posible.
He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el sentimiento que tenga.
He aprendido que si no controlo mis actitudes ellas me controlan a mi...
He aprendido que los héroes son las personas que hacen aquello de lo que están convencidos, a pesar de las consecuencias.
He aprendido que el dinero es un pésimo indicador del valor de algo o alguien...
He aprendido que en muchos momentos tengo el derecho de estar enojado, más no el derecho de ser cruel.
He aprendido que el verdadero amor y la verdadera amistad, continúan creciendo a pesar de las distancias...
He aprendido que por más fuerte que sea mi duelo, el mundo no se detiene por mi dolor...
He aprendido que mientras mis antecedentes y circunstancias puedan haber influenciado en lo que soy, yo soy el responsable de lo que llego a ser...
He aprendido que dos personas pueden mirar la misma cosa y ver algo totalmente diferente.
He aprendido que sin importar las circunstancias, cuando soy honesto conmigo, llego más lejos en la vida...
He aprendido que muchas cosas pueden ser generadas por la mente; el truco es el autodominio.
He aprendido que tanto escribir como hablar alivia los dolores emocionales...
He aprendido que el paradigma en el que vivo no es la
única opción que tengo...
He aprendido que aunque la palabra amor pueda tener
diferentes significados, pierde su valor cuando se utiliza
con ligereza..
He aprendido que sin duda alguna seguiré aprendiendo...
Subir


CARTA PARA TI
Te envío esta carta para decirte lo mucho que te amo y pienso en ti, y sobre todo, para demostrarte cuán importante eres para mí, y claro, para que me conozcas mucho mejor. Esta mañana cuando te despertaste, hice que explotara un brillante amanecer para atraer tu atención, pero saliste apresurado sin notarlo. Después te vi caminando con unos amigos; entonces te bañe con un tibio sol y perfume el aire con los dulces aromas de la naturaleza, aún así no me notaste... Cuando pasaste te grite con un trueno y pinte un bello arco iris en el cielo, pero ni siquiera lo miraste. Al llegar el atardecer te ofrecí una puesta de sol para cerrar tu día, y una brisa suave para que descansaras, y espere... Nunca llegaste. En la noche derrame rayos de luna en tu cara y envié una fresca brisa para que descansaras. Cuando dormías deseaba tocar tus sienes y jamás separarme de ti. Así que te cuide y compartí tus pensamientos, pero no te diste cuenta de que yo estaba tan cerca. Te despertaste tarde, y rápido te fuiste al trabajo, mis lágrimas estaban en la lluvia que caía. Hoy te ves muy triste... si tan solo me escucharas... ¡Te amo! Trato de decírtelo en el cielo azul y en la tranquilidad de la hierba verde, y el susurro en las hojas de los árboles, en los arroyos de las montañas y lo expreso en el trinar de las aves. Mi amor es más profundo que los mares y más grande que los deseos que en tu mente anidan. ¡Oh!... Si tú supieras cuánto anhelo caminar y hablar contigo. Podemos vivir juntos siempre, aquí en la tierra y en todo el universo si así lo quieres. Yo sé que te han dicho que la vida es difícil, pero si sabes ser mi amigo jamás te hundirás en una dificultad. Solo espero que me pidas que te acompañe, guíe y aconseje. Y recuerda, "te he escogido a ti, y espero que me hables pronto". Hasta entonces me quedare cerca, así que llámame, búscame, cuenta conmigo. Tengo miles de maravillas que ofrecerte. Deseo que veas como tu vida yo la puedo cambiar ¿Podrás hablarme hoy? Y recuerda que a pesar de todo te amo...
Atentamente: Jesucristo.
Subir
EL DIA QUE ME VOLVI INVISIBLE
No sé a cómo estamos. En esta casa no hay calendarios, y en mi memoria los días están hechos una maraña. Me acuerdo de esos calendarios grandes, unos primores, ilustrados con imágenes de los santos que colgábamos al lado del tocador. Ya no hay nada de eso, todas las cosas antiguas han ido desapareciendo. Y yo, yo también me fui borrando sin que nadie se diera cuenta. Primero me cambiaron de recamara, pues la familia creció. Después me pasaron a otra más pequeña aún, acompañada de una de mis biznietas. Ahora ocupo el cuarto de los trebejos, el que esta en el patio de atrás. Prometieron cambiarle el vidrio roto de la ventana, pero se les olvidó, y todas las noches por allí se cuela un airecito helado que aumenta mis dolores reumáticos.
Desde hace mucho tiempo tenía intenciones de escribir, pero me he pasado semanas buscando una pluma, y cuando al fin la encontraba, yo misma volvía a olvidar en dónde la había puesto. A mis años, las cosas se pierden fácilmente, claro que es una enfermedad de ellas, de las cosas, porque yo estoy segura de tenerlas, pero siempre se desaparecen. La otra tarde caí en la cuenta de que también mi voz ha desaparecido. Cuando les hablo a mis nietos o a mis hijos, no me contestan. Todos platican sin mirarme, como si yo no estuviera con ellos, escuchando atenta lo que dicen. A veces intervengo en la plática, segura de que lo que voy a decirles no se le ha ocurrido a ninguno y que les van a servir de mucho mis consejos. Pero no me oyen, no me miran, no me responden. Entonces, llena de tristeza, me retiro a mi cuarto antes de terminar de tomar la taza de café. Lo hago así, de pronto, para que comprendan que estoy enojada, para que se den cuenta de que me han ofendido y vengan a buscarme y me pidan disculpas. Pero nadie viene.
El otro día les dije que cuando muriera entonces si que me iban a extrañar. El niño más pequeño dijo: "¿A poco tú estas viva, Cande?". Les cayó tan en gracia que no paraban de reír. Tres días estuve llorando en mi cuarto, hasta que una mañana entró unos de los muchachos a sacar unas llantas viejas y ni los buenos días me dio.
Fue entonces cuando me convencí de que soy invisible. Me paro en medio de la sala para ver si aunque sea estorbo, pero mi hija sigue barriendo sin tocarme. Los niños corren a mí alrededor, de un lado al otro, sin tropezar conmigo.
Cuando mi yerno se enfermó, tuve la oportunidad de serle útil: le llevé un té especial que yo misma preparé. Se lo puse en la mesita y me senté a esperar que se lo tomara. Sólo que estaba viendo la televisión y ni un parpadeo me indicó que se daba cuenta de mi presencia. El té, poco a poco se fue enfriando. Mi corazón también. Un viernes se alborotaron los chamacos y me vinieron a decir que al día siguiente nos iríamos todos de día de campo. Me puse muy contenta. ¡Hacia tantos años que no salía, y menos al campo! Entonces el sábado fui la primera en levantarme. Quise arreglar mis cosas así que me tomé mi tiempo para no retrasarlos. Al rato entraban y salían de la casa corriendo y echaban bolsas y juguetes al coche. Yo ya estaba lista y, muy alegre, me paré en el zaguán a esperarlos. Cuando arrancaron y el auto desapareció envuelto en el bullicio, comprendí que yo no estaba invitada, tal vez porque no cabía en el coche, porque mis pasos tan lentos impedirían que todos los demás corretearan a gusto por el bosque. Sentí clarito cómo mi corazón se encogía. La barbilla me temblaba como cuando uno ya no aguanta las ganas de llorar.
Vivo con mi familia y cada día me hago mas vieja, pero cosa curiosa, ya no cumplo años. Nadie me lo recuerda. Todos están tan ocupados. Yo los entiendo, ellos se hacen cosas importantes. Ríen, gritan, sueñan, lloran, se abrazan, se besan. Yo ya no sé a que saben los besos. Antes besuqueaba a los chiquitos, eran un gusto enorme el que daba tenerlos en mis brazos como si fueran míos. Sentía su piel tiernita y su respiración dulzona muy cerca de mi. La vida nueva se me metía como un soplo y hasta me daba por cantar canciones de cuna que nunca creía recordar.
Pero un día, mi nieta Laura, que acababa de tener a su bebé, dijo que no era bueno que los ancianos besaran a los niños, por cuestiones de salud. Ya no me les acerque más, no fuera ser que les pasara algo malo a causa de mis imprudencias. ¡Tengo tanto miedo de contrariarlos! ¡Ojalá que el día de mañana, cuando ellos lleguen a viejos sigan teniendo esa unión entre ellos para que no sientan el frío ni los desaires! Tengan la suficiente inteligencia para aceptar que sus vidas ya no cuentan, como me lo piden. Y Dios quiera que no se conviertan en "viejos sentimentales que todavía quieren llamar la atención". Y que sus hijos no los hagan sentir como bultos para que el día de mañana no tengan que morirse estando muertos desde antes...como yo.
Respetemos a las personas mayores, que el tiempo siempre llega y llegará el día en que nosotros ocupemos su lugar. Son tan personas como nosotros y nuestros hijos, démosles el lugar que merecen y tratemos de hacerles más dulces sus vidas, ellos, en su momento, trataron de hacer dulce las nuestras. Enseñemos con nuestro ejemplo a nuestros hijos a respetar a sus mayores.
Subir
EL SIGNIFICADO DEL RUIDO
Cierta mañana, mi padre me invito a dar un paseo por el bosque y yo acepte con placer.
El se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me pregunto: Además del cantar de los pájaros ¿Escuchas alguna cosa mas?
Agudice mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carroza.
Eso es, dijo mi padre. Es una carroza vacía.....
Pregunte a mi padre: ¿Como sabes que es una carroza vacía, si aun no la vemos?
Entonces mi padre respondió:
Es muy fácil saber que una carroza esta vacía, por causa del ruido. Cuanto mas vacía la carroza mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto, y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, inoportuna, interrumpiendo la conversación de todo el mundo, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: Cuanto mas vacía la carroza, mas ruido hace......