A MI HIJO
Hijo mío:
Si quieres amarme bien puedes hacerlo,
tu cariño es oro que nunca desdeño.
Mas quiero que sepas que nada me debes,
soy ahora el padre, tengo los deberes.
Nunca, en la alegría de verte contento,
he trazado signos de tanto por ciento.
Mas ahora, mi niño, quisiera avisarte,
mi agente viajero llegará a cobrarte.
Presentará un cheque de cien mil afanes,
será un hijo tuyo, gota de tu sangre.
Y entonces, mi niño, como un hombre honrado,
en tu propio hijo deberás pagarle.
Douglas Mcartur


CUANDO DIOS HIZO A LAS MADRES
Dios, que estaba ocupado en crear a las madres, llevaba ya seis días trabajando extraordinariamente cuando un ángel se le presentó y le dijo:
· Te afanas demasiado, Señor.
Y el Señor le repuso:
· ¿Acaso no has leído las especificaciones que debe llenar este
pedido?
Esta criatura tiene que ser lavable de pies a cabeza, pero sin
ser de plástico; llevar 180 piezas movibles, todas reemplazables
funcionar a base de café negro y de las sobras de la comida.
Poseer un regazo que desaparezca cuando se ponga de pie; un beso
capaz de curarlo todo, desde una pierna rota hasta un amor
frustrado... y seis pares de manos.
Y el ángel confundido observó:
· ¿Seis pares de manos? Eso no es posible!
· No son las manos el problema - agregó el Señor - sino los tres pares de ojos.
· ¿Y eso para el modelo normal? - inquirió el ángel.
El Señor insistió;
· Uno para ver a través de la puerta siempre que pregunte:
“ ¿Niños, qué andan haciendo?”, aunque ya lo sepa muy bien. Otro, detrás de la cabeza para ver lo que más le valiera ignorar pero precisa saber. Y, desde luego, los de adelante para mirar a un niño en apuros y decirle, sin pronunciar siquiera una palabra: “Ya entiendo hijo y te quiero mucho.”
El ángel tiró de la manga y advirtió mansamente:
· Vale más que te vayas a la cama, Señor, mañana será otro día...
· No puedo y, además, me falta poco. Ya hice una que se cura por sí sola cuando enferma, que es capaz de alimentar a una familia de seis con medio kilo de carne molida y de persuadir a un chiquillo de nueve años que se esté quieto bajo la ducha.
Lentamente el ángel dio la vuelta en torno a uno de los modelos maternales:
· Me parece demasiado delicado - comentó con un suspiro.
· Pero es muy resistente - aseguró Dios emocionado - no tienes idea de lo que es capaz de hacer y sobrellevar.
· ¿Podrá pensar?
· Claro! Y razonar y transigir.
Por último el ángel se inclinó y pasó una mano por la mejilla del modelo.
· Tiene una fuga!
· No es una fuga, es una lágrima.
· ¿Y para qué sirve?
· Para expresar gozo, aflicción, desengaño, pesadumbre, soledad y orgullo.
· Eres un genio, Señor - dijo el ángel.
Y Dios, con un perfil de tristeza, observó:
· Yo no se la puse!
Anónimo
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EN RECUERDO MIO
El día llegará en que un médico comprobará que mi cerebro ha dejado de funcionar y mi vida en este mundo ha llegado a su término.
Cuando tal cosa ocurra, no intentes infundirle a mi cuerpo una vida artificial con ayuda de alguna máquina, y no digasque me hallo en mi lecho de muerte.
Estaré en mi lecho de vida y quiero que este cuerpo sea retirado para contribuir a que otros seres humanos tengan una vida mejor.
Da mis ojos al infeliz que jamás haya contemplado el amanecer, que no haya visto el rostro de un niño o la luz del amor en los ojos de una mujer.
Da mi corazón a alguna persona a quien el propio sólo le haya valido interminables días de sufrimiento.
Mi sangre dala al adolescente rescatado de su automóvil deshecho, para que pueda vivr hasta ver a sus nietos retozando a su lado.
Da mis riñones al enfermo que debe recurrir a una máquina para vivir de una semana a otra.
Para que un niño lisiado pueda andar, toma la totalidad de mis huesos,todos mis músculos, las fibras y los nervios de mi cuerpo.
Hurga en todos los rincones de mi cerebro.
Si es necesario toma mis células y haz que se desarrollen, de modo que algún día un chico sin habla logre gritar con entusiasmo al ver caer un gol y una muchachita sorda pueda oír el repiquetear de la lluvia en los cristales de la ventana.
Lo que quede de mi cuerpo, entrégalo al fuego y lanza mis cenizas al viento para contribuir al crecimiento de las flores.
Si algo has de enterrar, que sean mis errores, mis flaquezas y todos mis prejuicios contra mi prójimo.
Si acaso quieres recordarme, hazlo con una buena obra y diciendo alguna palabra bondadosa a quien tenga necesidad de ustedes.
Si haces todo lo que te pido, viviré eternamente!
Robert N. Test
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ESCUCHA, DIOS!
Yo nunca hablé contigo. Hoy quiero saludarte:
¿Cómo estás? ¿Sabes? Me decían que no existes y yo, tonto, creí que era verdad.
Anoche vi tu cielo. Me encontraba oculto en un hoyo de granada...
Quién iría a creer que, para verte, bastaba con tenderse de espaldas!
No sé si aún querrás darme la mano; al menos, creo que me entiendes.
Es raro que no te haya encontrado antes,sino en un infierno como éste
Pues bien... ya todo te lo he dicho. Aunque la ofensiva pronto nos espera, Dios, no tengo miedo desde que descubrí que estabas cerca.
La señal!...
Tal vez llame a tu cielo. Comprendo que no he sido amigo tuyo, pero..
¿Me esperarás si hasta Ti llego?
Cómo!... mira Dios!... estoy llorando!... tarde te descubrí!...
cuánto lo siento!...
Dispensa...debo irme...
Qué raro, sin temor voy a la muerte!...
Encontrado en la guerrera de un soldado muerto en combate
LO QUE PIENSA UN HIJO DEL PADRE
A los siete años:
Papá es un sabio, todo lo sabe.
A los catorce años:
Me parece que papá se equivoca en algunas de las cosas que dice.
A los veinte años:
Papá está un poco atrasado en sus teorías, no es de esta época.
A los veinticinco años:
El viejo no sabe nada... está chocheando decididamente.
A los treinta y cinco años:
Con mi experiencia, mi padre a esta edad hubiera sido millonario.
A los cuarenta y cinco años:
No sé si ir a consultar este asunto con el viejo, tal vez pueda aconsejarme.
A los cincuenta y cinco años:
Qué lástima que se haya muerto el viejo, la verdad es que tenia unas ideas y una clarividencia notables!
A los sesenta años:
Pobre papá, era un sabio! Qué lástima que yo lo haya comprendido tan tarde!
Anónimo