Maria De Los Angeles Josefina Teresita Garduño Y Arroyo, Nació en Tulancingo, Hidalgo el 13 de marzo de 1933, falleció en la ciudad de México el 3 de junio de 2010. Sus padres, Lic. Julio Juan Garduño Aveleyra y la Sra. Josefina Arroyo de Garduño.
PRESENTACION DEL LIBRO "COMO UN RECUERDO"
La presente obra es, como su nombre lo indica, un recuerdo, un homenaje a un ser humano que nos enseñó con sus actos la importancia de vivir, de no olvidarnos de Dios y de cosas tan importantes como son el amor, la familia y los hechos que día con día van dando el motivo de ser a nuestra existencia.
Yo sé que Mario hubiera deseado seguir a tu lado para apoyarte, para darte consuelo y amor todos los días de tu vida, pero aunque su presencia física no pueda acompañarte, él, a través de sus palabras y de los recuerdos que ha dejado en ti, te acompaña y te invita a seguir adelante y a que nunca te olvides del gran amor que tuvo y que pudo repartir a todos aquellos que convivimos con él... o también puede ser que no lo hayas conocido personalmente, pero a través de sus palabras puedes conocer su ejemplo, su obra de amor y comprensión y el enseñarte a seguir adelante, a lograr las metas y fines que te hayas propuesto, pues nunca estas solo, siempre tienes a alguien a tu lado que aunque no lo ves sabes que esta y de esta manera hacer a Dios parte de ti, de él y de el recuerdo que nos legó.
Por lo anterior es que quiero compartir contigo el gran tesoro que dejó en sus poesías y que deseo pueda brindarte el mismo sentimiento y la enseñanza que quiso dejarnos: amar y nunca desistir de vivir por muy difícil que se presente la vida pues hay un apoyo muy grande que tenemos y que saca lo mejor de cada uno de nosotros: DIOS.
Además de saberte miembro de una familia unida, con valores y deseos hacia ti de realización, de logro, que te brinda el ejemplo de vida que Mario quería para ti, y que nunca estarás solo pues yo también te amo...
Hoy me voy, déjame ir... Tengo muchas cosas que hacer y ver, No se aten a mí con sus lagrimas Por los hermosos años que vivimos Juntos, Demos gracias a Dios.
Yo les di mi amor, Ustedes pensaran En la alegría que me manifestaron.
Le doy las gracias a cada uno de ustedes Por el amor que me brindaron, Pero ahora tengo que viajar sola.
Si tienen que llorar, Lloren un momento, Dejen que la fe en Dios Conforme su pena.
Solo nos separaremos por un tiempo, Mantengan los recuerdos en sus corazones.
La vida sigue adelante, no estaré lejos; Si me necesitan piensen en mí, Que entre ustedes estaré.
Aunque no me miren, Ni me puedan tocar Yo estaré cerca.
Sentirán el calor de mi amor en sus corazones Cuando ustedes tengan que viajar. Por ese camino, Yo los recibiré con una sonrisa y les diré...
Si tú pudieras ver adonde he ido,
Si conocieras la belleza de este lugar,
Si supieras qué se siente saber que estas en casa
Viendo la cara de nuestro Salvador,
Despertar a la paz,
Y desconocer completamente el temor
Y sólo sentir un gozo incomparable.
A pesar de que en el mundo ustedes me extrañan;
No me querrían allí si pudieran ver adonde he ido.
Si tú pudieras ver adonde he ido,
Haber hecho el viaje conmigo,
Sabrías que no estaba sola,
Que mi Salvador venía conmigo.
Cuando desperté, Él estaba a mi lado
Y extendiendo hacia mí su mano me decía:
“Teresita apúrate, vamos de regreso a casa,
A un lugar ilimitado y glorioso.
No te aflijas por los que amas,
Porque Yo estoy no solo contigo,
Sino también con ellos,
Y estando tú en casa,
Ellos anhelarán venir también.”
Si tú pudieras ver adonde he ido
Y lo que me ha sido mostrado,
No volverías a tener temor,' '
No volverías a sentirte solo,
Te maravillarías del afán de Dios,
Verías su mano en la vida de todos
Y te darías cuenta del amor que tiene por nosotros.
Cómo carga el peso de nuestra pena,
Cómo su corazón se duele y llora cuando alguno se pierde...
¡Ah, pero cuánto goza cuando uno de sus hijos regresa a casa!
Si tú pudieras ver adonde he ido,
Y pudieras quedarte un rato conmigo
Y compartir las cosas que Dios ha hecho con su gracia eterna.
Pero no, nunca podrías regresar,
Una vez conocido el gozo del Cielo,
Una vez que el Cielo fuera tu casa,
No soportarías caminar por las veredas del mundo otra vez.
¡Si tú pudieras ver adonde he ido!
Y ahora que estoy en casa con Él,
Segura en toda forma,
Estoy esperando aquí en la puerta del Cielo,
Para un dulce día, darte la bienvenida.
PADRE ETERNO: Desde lo más profundo de mi ser, te bendigo y te glorifico, y sí como otras veces con su presencia todas las alegrías hizo florecerá mi corazón, hoy con la tristeza que me embarga, elevo a ti mi pensamiento para aceptar humildemente tus designios, mi amada madre cumplió su misión, y volvió a ti como vuelven las aves a su nido y el peregrino a su hogar, ¡Cuanta dicha me diste con ella señor! ¡Cuantas horas de inefable paz! por ello mi gratitud es una forma perenne en el altar de mi corazón hacia ti, sumo hacedor.
Más en esta etapa de inmenso dolor que me causa su ausencia física,
yo quiero superar mi humana rebeldía y confiar en tu perdón para su salvación y la mía, rogarte señor tu eterna luz, que -cuanta gracia espiritual que mi entendimiento no comprende sea con ella, Supremo Dios; y que su ejemplo sea para mí una antorcha que alumbre la obscuridad de mi propio peregrinar, que el recuerdo de su fortaleza señor, me de valor, que el recuerdo de su humildad me de resignación, que el recuerdo de su ternura me aliente, que el recuerdo de su pena aminore la mía, que el recuerdo de su amor me llene de satisfacción, que el recuerdo de su risa me dé alegría que el recuerdo de su fé inflame mi corazón, que su espíritu de luz sea mi guía, y que ella y yo con profunda devoción, estemos en perfecta armonía. Con la evolución natural de tu divino y eterno Concierto Universal.
¡Viva Jesús Sacramentado, y de todos sea amado!,
Yo quisiera señor recibieras a mi amada mamá con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra santísima madre, con el espíritu y fervor de los santos. Santa María esperanza nuestra esclava del señor, ruega por nosotros.
Señor tu que nos has concedido participar en haberla tenido como madre, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder servir como hijos tuyos por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.
" Y DIOS ENJUGARÁ TODA LÁGRIMA DE LOS OJOS DE ELLOS. NO HABRÁ MÁS MUERTE, NI HABRA MÁS LLANTO, NI CLAMOR, NI DOLOR; PORQUE LAS PRIMERAS COSAS YA PASARON. " ( Revelaciones 21-4 )
A quienes llegaron a esta página, buscando la presentación del libro “Como un recuerdo”, o los que ingresaron buscando pensamientos y reflexiones sobre la muerte de un ser querido, déjenme decirles, que el objetivo principal de esta página es hacerle un pequeño “Altar Virtual” a mí madre, con “cosas”, que me ayudan a superar y entender su muerte, ya que a más de un año de su fallecimiento, sigue doliendo. Sin embargo, más que las palabras que me han ayudado a sobrellevar su pérdida, el mayor apoyo que tengo es el mismo ejemplo de vida y muerte que ella dejó.
Página de poemas del autor; JORGE ISAACS, se incluyen algunos datos de su biografía.
Las poesías (algunas con audio en mp3) que contiene son: Despues de la victoria, duerme, las hadas, ten piedad de mí.
Haga su selección sobre los botones de la izquierda.
Si desea añadir alguna poesía o autor, por favor hagalo saber por correo electronico.
Si desea mandar un audio igualmente hagalo por medio del correo electrónico, indicando nombre de quien recita.
NO LLORES SI ME AMAS
No llores si me amas,
Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo!
Si pudieras oír el cántico de los ángeles
y verme en medio de ellos!
Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos; los horizontes, los campos
y los nuevos senderos que atravieso!
Si por un instante pudieras contemplar como yo,
la belleza ante la cual las bellezas palidecen!
Cómo!...¿Tu me has visto,
me has amado en el país de las sombras
y no te resignas a verme y
amarme en el país de las inmutables realidades?
Créeme.
Cuando la muerte venga a romper las ligaduras
como ha roto las que a mí me encadenaban,
cuando llegue un día que Dios ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía,
ese día volverás a verme,
sentirás que te sigo amando,
que te amé, y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, feliz!
ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo,
que te llevaré de la mano por
senderos nuevos de Luz...y de Vida...
Enjuga tu llanto y no llores si me amas!
“¡Terrible es la muerte!, pero ¡Cuán apetecible es también la vida del otro mundo, a la que Dios nos llama!”
San Francisco de Asís
“A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd”
Alphonse –Marie-Louis de Lamartine
“Aquél que tú lloras por muerto, no ha hecho más que precederte”
Séneca
“Es muy dulce ver llegar la muerte mecido por las plegarias de un hijo”
Jean-Paul Sartre
"La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente."
François Mauriac
"Ante la muerte de la madre: No nos entristezcamos por haberla perdido, sino agradezcamos el haberla tenido."
San Agustín.
“Es bueno morir antes de haber hecho algo que merezca la muerte”
"Es el momento ideal (cuando la muerte es inminente) para experimentar que el poderoso y amoroso Padre no sólo está conmigo sino que me ama ahora más que nunca, y está con los brazos amorosamente abiertos para acogerme en el lugar de su corazón para siempre.
Sólo hace falta que se rasgue el velo del misterio y a partir de ese momento va a explosionar por los espacios infinitos un estallido de felicidad que nunca acabará.
Mientras tanto, hasta que se rompa el velo y resuene el estallido, una presencia más cierta y real que yo mismo, infinitamente más amorosa que mi madre, está velando amorosamente mi agonía, y a mí no me resta otra actitud que reclinar mi cabeza en sus manos, y dejarme acoger en sus brazos que se abren como amplios horizontes".
Ignacio Larrañaga. Fe Sólida. Las fuerzas de la Decadencia
"Algún día estaremos en gloria y mirando el rostro del Señor diremos:
Oh Dios, gracias te doy porque no me desechaste a pesar de mi camino perverso y torcido, y me pusiste en tus perfectos caminos.
Te doy gracias porque me condujiste a rendir mi vida humilde a ti.
Te doy gracias que día a día, al caminar en el sendero del servicio, me permitiste recoger una por una las hebras doradas del propósito que tenías para mi vida.
Te doy gracias que tal como un sendero sube por los costados de una gran montaña, el sendero de la vida ha sido un continuo avanzar a través de las tinieblas, en la luz, en las tormentas, en sombras, en debilidades y lágrimas, en fracasos y vacilaciones, y me has conducido hasta el final predeterminado. Ahora que veo mi vida terminada, ya no por espejo en oscuridad, sino cara a cara ante el esplendor de tu gloria, te doy gracias, oh Dios, te doy gracias que todo aconteció conforme a tu plan..."
James Mc Conkey citado por Sra. Cowman en 'Manantiales En El Desierto'
"Los amigos de Jesús lo vieron y escucharon sólo unas pocas veces después de aquella mañana de Pascua, pero sus vidas cambiaron por completo.
Lo que parecía ser el final, resultó ser el comienzo; lo que parecía causa de temor, resultó motivo de valor; lo que parecía derrota, resultó ser de esperanza.
De pronto, una pared se convierte en una puerta, y aunque no podemos saber con claridad que se esconde detrás de ella, el tono de todo lo que decimos y hacemos en nuestro camino a esa puerta cambia de manera drástica".
Henri Nouwen. Una carta de Consuelo. Semillas de Esperanza