Su padre era un judío inglés procedente de Jamaica, tras convertirse al cristianismo y obtener la ciudadanía colombiana, se casó con Manuela Ferrer Scarpetta, hija de un oficial de la Marina española llamado Carlos ferrer. De la unión de ambos nació Jorge Isaacs. La obra literaria de Isaacs se reduce al libro de poemas que publicó en 1864 y a su única novela, María (1867), considerada una de las obras más destacadas de la literatura hispanoamericana del siglo XIX.
DESPUES DE LA VICTORIA
I
Con albas ropas, lívida, impalpable,
en alta noche se acercó a mi lecho:
estremecido, la esperé en los brazos;
inmóvil, sorda, me miró en silencio.
Hirióme su mirada negra y fría...
sentí en la frente como helado aliento;
y las manos de mármol en mis sienes,
a los míos juntó sus labios yertos.
II
La hoguera del vivac agonizante:
olor de sangre... Fatigados duermen:
infla las lonas de la tienda el viento:
de centinelas, voces a los lejos...
¡Largo vivir!... La gloria!... ¿Quién laureles
y caricias tendrá para mí en premio?
¿Gloria sin ti?... ¡Dichosos los que yacen
en la llanura ensangrentada muertos!
DUERME
-No duermas, suplicante me decía
escúchame..., despierta-.
Cuando haciendo cojín de su regazo,
soñándome besarla, me dormía.
Más tarde, ¡horror! En convulsivo abrazo
la oprimí al corazón... rígida y yerta!
En vano la besé – no sonreía;
En vano la llamaba – no me oía;
La llamo en su sepulcro y no despierta!
LAS HADAS
Soñé vagar por bosques de palmeras
cuyos blondos plumajes, al hundir
su disco el Sol en las lejanas sierras,
cruzaban resplandores de rubí.
Del terso lago se tiñó de rosa
la superficie límpida y azul,
y a sus orillas garzas y palomas
posábanse en los sauces y bambús.
Muda la tarde ante la noche muda
las gasas de su manto recogió;
del indo mar dormido en las espumas
la luna hallóla y a sus pies el sol.
Ven conmigo a vagar bajo las selvas
donde las Hadas templan mi laúd;
ellas me han dicho que conmigo sueñas,
que me harán inmortal si me amas tú.
TEN PIEDAD DE MI
¡Señor! si en sus miradas encendiste
Este fuego inmortal que me devora
Y en su boca fragante y seductora
Sonrisas de tus ángeles pusiste;
Si de tez de azucena la vestiste
Y negros bucles; si su voz canora,
De los sueños de mi alma arrulladora,
Ni a las palomas de tu selva diste,
Perdóna el gran dolor de mi agonía
Y déjame también buscar olvido
En las tinieblas de la tumba fría.
Olvidarla en la tierra no he podido.
¿Cómo esperar podré si ya no es mía?
¿Cómo vivir, Señor, si la he perdido?
Página de poemas del autor; JORGE ISAACS, se incluyen algunos datos de su biografía.
Las poesías (algunas con audio en mp3) que contiene son: Despues de la victoria, duerme, las hadas, ten piedad de mí.
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