¿Pero qué me pega, Juan?
no Sea ansina majadero,
no me jale de las greñas,
ni me pegue en el celebro
pos con los golpes me atonta;
yo no me explico. su genio.
¿No me lo traigo aliñao?
¿Ese uniforme tan viejo,
a fueza de remendarlo
no se lo he dejado nuevo
que parece gabardina?
-Si, vieja, todo es cierto.
-Entonces, ¿por qué es malhora?
Cuando se encontraba enfermo
dizque de fiebre amarilla,
dispues del vómito negro
y aluego del otro mal
de un color que no recuerdo,
¿no le di todas las noches
su friega de linimento,
y aluego le di calor
con el calor de mi cuerpo?
-Si, vieja, todo es verdad.
-Pues si es verdá no comprendo >
el por qué me martiriza.
¿No le doy sus' alimentos :
que yo mesma lé preparo?
Y cuando alcanzan los fierros
y a los frijoles de l'olla
la manteca les aumento
¿no se los sirvo refritos
con sus adornos de queso?
-SI~ vieja.
-Pos allí está,
y si en todos los terrenos
le cumplo, ¿por qué me pega?
-Por su mal comportamiento,
porque dentro del cuartel
todos saben sus secretos
y conocen sus lunares
y otras prendas de su cuerpo.
le pego por disoluta,
ya sabe por qué le pego.
-¡Canijo! ¡No habla pensado!
¡Pos sólo que sea por' eso!